Cuando estamos en Madrid y pensamos en pasar un día fuera siempre aparecen la sierra o Segovia entre nuestras sugerencias. Nosotros no vamos a ser menos, pero esta vez queremos mirar hacia Segovia pero no como un destino de ida y vuelta en el día sino para aprovechar y quedarse, al menos, una noche.
También sabemos que acabamos de salir de las vacaciones de Semana Santa pero siempre está bien una escapadita breve, y más con el dinero que tenemos en el bolsillo, pero la sugerencia merece la pena y está pensada para un fin de semana romántico o para salir con los colegas por esta ciudad castellana que a los madrileños nos pilla tan bien.
Segovia no sólo está cerca de Madrid sino que tiene una perfecta combinación de transportes para llegar. Todos conocemos la carretera de la Coruña pero la mejor opción es cogerse el AVE y estar en la ciudad en 25 minutos desde Chamartín. Merece la pena si eres joven o jubilado porque el precio de los billetes tiene una tarifa reducida pero aún así por 15 euros abandonas el coche en Madrid y te dedicas a pasear, que es lo que se merece en esta ciudad. Sólo se necesita coger un autobús que te lleva desde la estación del tren de alta velocidad al mismísimo acueducto.
Si, Segovia impresionada nada más llegar, es imposible pensar como se sigue manteniendo esa unión de piedras que datan del siglo I después de Cristo. A veces se acostumbra uno en Madrid a los edificios de grandes alturas pero al Acueducto, de 28 metros de alto, mantiene una figura tan intacta que impresiona. El recorrido sigue por la calle Real hasta conseguir llegar al Alcázar. Pero por el camino a veces nos perdemos cosas que son dignas de interés. Por supuesto que la Casa de los Picos es llamativa con su ornamental fachada pero la plaza en la que comienza la calle Juan Bravo con la iglesia de San Martín el palacio del Conde de Alpuente y la Alhóndiga (almacén de grano) conforman un conjunto en tres plantas que refleja la vida medieval de la ciudad y deja ver los extremos más altos de la catedral.
El camino nos lleva hacia la judería, que merece un buen rato de visita, por sus pequeñas calles que rodean la catedral. Pero la vida está en la Plaza Mayor, con su kiosko y sus soportales donde los segovianos van a tomar sus vinitos en copa fina y si hace bueno en la calle. Una plaza amplia, espaciosa que siempre mira a la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción y San Frutos.
COCHINILLO ASEQUIBLE
Proponemos dejar la visita al Alcázar para el día siguiente y disfrutar así de la cocina segoviana y de sus pinchos, que también es ciudad de pinchos. Todo el mundo recomendará Casa Cándido pero la economía no tiene otra cosa que adaptarse a carteras casi vacías, así que nuestra recomendación es un sitio más asequible, Restaurante Miguel en la Calle Santa Isabel. Un bar donde a primera vista está lleno y se nota que son de la tierra es un lugar donde se tiene que entrar. Ofrecen un cochinillo formidable pero existen otras cosas en la capital de provincia como los judiones de la Granja o un buen cordero. Y todo ello bajo un menú de sólo 20 euros. Asequible y encomiable, dos características que hacen maravillas en los tiempos que corren.
LA CALLE DE SANTA ISABEL PARA COMER, CENAR Y SALIR
En esta calle está todo lo que quieras a cualquier hora porque es la calle de los bares, los pubs y los restaurantes. Una de las zonas de marcha del centro de la ciudad donde existe una cierta variedad y donde quedan los segovianos y los estudiantes de la universidad, porque sí, Segovia tiene ambiente universitario.
Hay varios bares de tapas y para comer hamburguesas y perritos caseros antes de irse a tomar unas cervezas. Una bebida que en Segovia puedes degustar de todos los tipos, no es necesario irte a un irlandés, y que llama la atención porque la gente bebe cerveza y los de los minis o cachis no existe. Pero los cubatas no pueden faltar y todos a un precio que, para los que salimos por Madrid , es bastante asequible. Os recomendamos South & Pop un bar decorado con recortes de grupos y cantantes y que cuyos baños no tienen desperdicio.
A última hora de la noche, cuando los garitos ya se han cerrado os llevaríamos de la mano a dos sitios el Sabbat, que está en la judería, y el purgatorio. Ambos estarán llenos a rebosar pero no os habréis encontrado un ambiente tan agradable.
Y ¿dormir? Os recomendamos un hostal céntrico y accesible, para llegar a la cama en cinco minutos. Si es para una parejita la pensión odeón reúne todo lo que podemos aconsejar: comodidad, descanso, limpieza y para rematar, un maravilloso diseño que mezcla muros de piedra y vigas de madera con colores y azulejos llamativos y por sólo 39 euros la noche. Un chollo y en plena Plaza Mayor.
UNAS OPCIÓN PARA UN SEGUNDO DÍA
Dejamos relegado el Alcázar para un segundo día porque creemos que merece su tiempo, tiene unas vistas preciosas, su foso y puente son por lo menos llamativos. Si podéis ir con guía será mucho más fructífero conocer como fue residencia de los reyes de Castilla, Isabel y Fernando, y todas las decisiones que se tomaron en ese paraje. La subida a la torre de Juan II es un poco agobiante pero si os hace un día soleado merece la pena llegar hasta arriba.
Después del Alcázar es una buena opción irse a la Granja de San Idelfonso desde la Estación de Autobuses pero si no quedan ganas después de una noche movidita, otra vuelta por la ciudad para descubrir callejuelas y parquecitos en la judería. Tranquilidad, paseo y observación. Todo ello a una hora en coche y a 30 minutos en tren. Esto es una escapada ¿no?.
http://www.segovia.es/Mad Lidia Díaz-Cardiel
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